viernes, 22 de agosto de 2014

 

Un deposito de intelecto, curiosidad y experiencia: José Maria Achá.



De esos ángeles que papa Dios pone en tu camino un día, a una hora y en el lugar que menos esperas... 

He tenido pocos días como estos; donde me siento en total plenitud, pasarme toda una tarde con este SR. vivir sus experiencias, aprender taaantooo, dejarme con deseos de más, de querer extender las horas o parar el reloj... Sin temor a equivocarme fueron las mejores 6 horas consecutivas que he vivido, pareciera como si nos conociéramos de antaño. 

Y es que los temas no terminaban; uno tras otro llenos cada vez de mas y mas emoción, certificando que todo tiene un sentido y razón de ser. Les presento a mi nuevo padre español: Jose Maria Achá un Sr. de quien estaré eternamente agradecida por las lecciones que me enseñó, por compartir sus anécdotas con Fidel Castro y demás personalidades... Pero sobretodo por sembrar en mi, la semilla de la búsqueda insaciable del saber.

Pd: Pese a todo... la vida es bella!

jueves, 29 de mayo de 2014


Aumenta cada vez más la tasa de suicidio de libros.


  
Estamos en una época donde la televisión, los smartphones, y la tecnología acaparan de forma agresiva la atención de las personas. Robándoles su tiempo, y en el peor de los casos, dejando sin vida la posibilidad de alimentar la mente con conocimientos. 


Un libro se suicida cada vez que concentras tu día en Whatsapp, Twitter, Facebook o Instagram. Y aunque estas redes pueden ofrecer cierto tipo de cultura, nunca se compara con la aventura de introducirte en un buen libro.


El pasado 24 de abril celebramos la décimo séptima feria internacional del libro (FILRD2014). Es irónico como una actividad pensada para incentivar la lectura y facilitar la compra de libros mediante precios asequibles; en su práctica, sea esto lo último que logre. Puesto que, no todos los que asisten van a comprar libros, ni siquiera a manosearlos. Según las cifras suministradas por la dirección general de la feria del libro, el principal ingreso proviene de la venta de alimentos.


Si nos vamos a la raíz de este mal, encontramos que se perdió el habito del cuento antes de dormir, las tareas de lecturas que eran obligatorias en escuelas y colegios, se han suprimido. En consecuencia, el vocabulario es sumamente escaso, trescientas a quinientas palabras. Si no hay riqueza de vocabulario, no se entiende lo que se lee. 


Maestros poco motivadores que no logran despertar el interés por los libros, más aún cuando muchos de ellos mismos no han desarrollado el hábito de leer, o bien tienen poca capacitación en los métodos de promover la lectura. Además, el uso de textos de lectura poco fascinante, complejos, fuera de contexto, que no identifican el mundo conocido por los estudiantes, provoca un rechazo que marca la relación del niño con la lectura para siempre. Si a esta deficiencia del sistema educativo le agregamos la incorporación de medios visuales, los cuales resultan atractivos, rápidos y no necesitan demasiada concentración, pues responden a la ley del menor esfuerzo. Es válido certificar que cada vez más la sociedad asesina los libros.

  
Solucionar esta problemática, es un reto que debe asumirse con seriedad y rigor. Es necesario hacer una reingeniería, fomentar la lectura, el libro, crear conciencia en torno al libro. Recordemos: "Analfabeto no es solo aquel que no sabe leer, analfabeto, es aquella persona que sabiendo leer no lo hace".